¡Oh, Espíritu Santo, te pedimos que nos ayudes a fortalecer en nuestra vida los frutos que nos regalas.
Sabemos que sólo con nuestro esfuerzo no podemos hacer que crezcan o de desarrollen. Necesitamos tu acción directa para poder actuar con ellos en nuestra vida.
Haznos crecer en la CARIDAD, fundamento y raíz de todos los otros frutos. Ayúdanos a vivir el amor de Dios y al prójimo como algo fundamental.
Haznos vivir con gozo y con ALEGRÍA siempre, y que no se apague en las tribulaciones y dificultades.
Haznos tener PAZ y ser mensajeros de paz en nuestros ambientes, y poder sembrar unidad y fraternidad con todos los que nos rodean.
Danos la PACIENCIA para esperar con calma, superar los momentos de ira, enfado o desaliento.
Fortalécenos en la LONGAMINIDAD, firmeza de ánimo en el sufrimiento, y deseo ardiente de los bienes eternos.
Danos crecimiento en la BENIGNIDAD, indulgencia hacia el otro en el hablar, en nuestras respuestas y en nuestras acciones, y no rudeza y asperezas.
Fortalécenos en la BONDAD para quien necesite ayuda, y danos sentimientos de acogida, comprensión y amabilidad con todos.
Danos la MANSEDUMBRE, contrario a la ira y al rencor, y danos el regalo de la dulzura en el trato.
Fortalécenos en mantener la palabra dada, y la FIDELIDAD en nuestros compromisos y relaciones sociales.
Danos la humildad y la MODESTIA en nuestra vida, reflejando en ellos la pureza del alma.
Fortalécenos en la CONTINENCIA, el dominio interior para poder controlar nuestras pasiones y deseos.
Danos una actitud auténtica encaminada hacia la CASTIDAD, siendo limpios en la mirada, en el pensamiento, en el deseo y en nuestras acciones.
LISTA DE VÍDEOS PARA ORAR CON LOS SALMOS
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