ORACIÓN INICIAL:
CANTO: ¡¡¡QUÉ DETALLE!!!
Qué detalle, Señor, has tenido conmigo. Cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tú eras mi amigo. Qué detalle, Señor has tenido conmigo.
1.– Tú Llamaste a mi puerta y pronunciaste mi nombre. Yo temblando te dije: “Aquí, estoy Señor”. Tú me hablaste de un reino, de un tesoro escondido, de un mensaje fraterno, que encendió mi ilusión.
PALABRAS DEL CARDENAL FRANÇOIS XAVIER NGUYTEN VAN THUAN.
Cuando me faltan las fuerzas y no logro ni siquiera recitar mis oraciones, repito: «Jesús, aquí estoy, soy Francisco». Me entra el gozo y el consuelo, experimento que Jesús me responde: «Francisco, aquí estoy, soy Jesús”.
ORACIÓN PARA PEDIR LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO.
¡Oh Espíritu Santo!, humildemente te suplico que enriquezcas mi alma con la abundancia de tus dones.
Haz que yo sepa, con el Don de la Sabiduría, apreciar en tal grado las cosas divinas, que con gozo y facilidad sepa frecuentemente prescindir de las terrenas.
Que acierte con el Don de Entendimiento, a ver con fe viva la trascendencia y belleza de la verdad cristiana.
Que, con el Don de Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme.
Que el Don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de salvación.
Que sepa con el Don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, entre lo falso y lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado.
Que, con el Don de Piedad, os ame como a Padre, os sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo.
Finalmente, que con el Don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración a los mandamientos divinos, cuidando con creciente delicadez de no quebrantarlos lo más mínimo.
Llenadme sobre todo, de vuestro santo amor. Que ese amor sea el móvil de toda mi vida espiritual. Que lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la sublimidad de vuestra doctrina, la bondad de vuestros preceptos, la dulzura de vuestra caridad. Amén.
ALGUIEN NOS AMA CON TODAS SUS FUERZAS.
Para todas las cosas negativas que nos decimos...
Dios tiene una respuesta positiva.
Cuando decimos: es imposible…
Dios dice: “Todo es posible” (Lc 18,27).
Cuando decimos: Estoy cansado...
Dios dice: “Yo te aliviaré” (Mt 11,26-30).
Cuando decimos: Nadie me quiere...
Dios dice: “Yo te amo” (Jn 3,16; 13,34).
Cuando decimos: No puedo continuar...
Dios dice: “Mi gracia te basta” (2 Cor 12,9).
Cuando decimos: Estoy confuso…
Dios dice: “Yo enderezaré tus caminos” (Prov 3,5-6).
Cuando decimos: No puedo más...
Dios dice: “Lo puedes todo” (Fil 4,13).
ORACIÓN:
Necesito tu presencia, un tú inagotable y encarnado que llena toda mi existencia, y tu ausencia, que purifica mis encuentros de toda fibra posesiva.
Necesito el saber de ti que da consistencia a mi persona y mis proyectos, y el no saber que abre mi vida a tu novedad y a toda diferencia. Necesito el día claro en el que brillan los colores y se definen los linderos del camino, y la noche oscura en la que se afinan mis sentimientos y mis sentidos.
Necesito la palabra en la que te dices y me digo sin acabar nunca de decirnos, y el silencio en el que descansa mi misterio en tu misterio. Necesito el gozo que participa de tu alegría, última verdad tuya y del mundo, y el dolor, comunión con tu dolor universal, origen de la compasión y la ternura. (Benjamín González Buelta sj)
ALMA DE CRISTO
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.
UNAS PALABRAS MÁGICAS DE MADRE TERESA DE CALCUTA
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua.
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo; Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado. Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender; Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos; Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
ORACIÓN (Juan Pablo II)
Enséñanos, te rogamos, la humildad de corazón para estar entre los pequeños del Evangelio a quienes el Padre prometió revelar los misterios de Su Reino.
Danos una mirada de fe capaz de reconocer inmediatamente en los pobres y en los que sufren el mismo rostro de Jesús. Sostennos en la hora del combate y de la prueba y, si caemos, haznos experimentar la alegría del sacramento del perdón.
Transmítenos la tierna devoción hacia María, madre de Jesús y nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrenal hacia la Patria beata, a donde esperamos llegar también nosotros para contemplar por toda la eternidad la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
LISTA DE VÍDEOS PARA ORAR CON LOS SALMOS
CANAL DE FRANCISCO BAENA CALVO EN YOUTUBE