ORACIÓN INICIAL:
Padre, Dios Todopoderoso, fuente de la salud y del consuelo, que has dicho “Yo soy el que te da la salud”.
Acudimos a ti en este momento que queremos sentirnos enviadas como miembros del Grupo de Pastoral de la Salud de nuestra Parroquia.
Ten piedad, Señor, de los que están sin fuerza, devuélveles la salud y que queden sanos.
Haz efectivos los tratamientos médicos.
Líbrales de los efectos secundarios de la medicina y haz que lo que la medicina no puede hacer.
Realiza un milagro de tu amor y concédeles la salud del cuerpo, la paz en el alma, para que libres de toda enfermedad y recobradas las fuerzas, puedan servirte mejor a ti y a los demás, viviendo su vida en clave de amor, compasión y perdón.
Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesucristo, con la Virgen María nuestra Madre, orando en la fuerza del Espíritu Santo, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN PERSONAL
PETICIONES: Elevamos nuestra oración a Dios Padre, en quien ponemos nuestra confianza, confiados en su amor sin medida que tiene para con todos los hombres y especialmente para los enfermos y los que sufren, y lo hacemos por mediación de María, Madre de Dios y Madre nuestra, Salud de los Enfermos.
1.-Por la Iglesia: para que, asumiendo su vocación maternal, acoja en su seno a todos los· que se sienten solos y desamparados, haciendo así presente el consuelo de Cristo y de su Madre. Roguemos al Señor.
2.-Por nuestras autoridades: para que dediquen todos los esfuerzos que sean necesarios· para cuidar a nuestros enfermos y ancianos, respetando la dignidad inalienable de la vida humana desde su inicio hasta su fin natural. Roguemos al Señor.
3.-Por las personas enfermas, que experimentan el misterio del dolor y el· sufrimiento: para que se sientan amparados por la compañía tierna y piadosa de nuestra Madre celestial. Roguemos al Señor.
4.-Por las familias de las personas enfermas: para que cuiden y acompañen con gran paciencia y ternura a sus seres queridos, siendo sostenidos por María en sus sufrimientos y angustias. Roguemos al Señor.
5.-Por los profesionales, capellanes, religiosos y voluntarios, consagrados al servicio de· las personas enfermas: para que, guiados y sostenidos por María, perseveren haciendo el bien a sus hermanos que sufren. Roguemos al Señor.
6.-Por todos nosotros: para que, compartiendo los sufrimientos de las personas enfermas,· seamos siempre sensibles y cercanos a las necesidades de quienes padecen la tristeza, y nuestra parroquia sea un verdadero hogar de acogida, acompañamiento y servicio para ellos. Roguemos al Señor.
Sacerdote: Escucha, Padre, nuestra oración y danos un corazón compasivo y misericordioso como el de María, para que estemos siempre más atentos a las necesidades materiales y espirituales de nuestros hermanos que sufren y nos comprometamos firmemente a cuidarlos y acompañarlos. Por Jesucristo, nuestro Señor. ℟. Amén.
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA
DAR ESPERANZA EN LA TRISTEZA.
Padre de todo consuelo, abre nuestros ojos para que conozcamos las necesidades de los hermanos; inspíranos las palabras y las obras para confortar a los que están cansados y agobiados; haz que los sirvamos con sinceridad, siguiendo el ejemplo y el mandato de Cristo. Concédenos estar atentos a las necesidades de todos los hombres para que, participando en sus penas y angustias, en sus alegrías y esperanzas, les mostremos fielmente el camino de la salvación y con ellos avancemos en el camino de tu reino. Que tu Iglesia sea un vivo testimonio de verdad y libertad, de paz y justicia, para que todos los hombres se animen con una nueva esperanza. (De las Plegarias Eucarísticas para diversas circunstancias II y III)
ORACION FINAL PARA EL ENVÍO: AGENTE DE PASTORAL DE SALUD.
Calma mi paso apurado Señor y haz de mí un instrumento más eficaz de tu misericordia.
Bendice mi mente para que no sea indiferente o insensible sino atento a las necesidades de los hermanos y hermanas que sufren.
Bendice mis ojos para que puedan reconocer tu rostro en el rostro de cada persona que sufre, ayudándole a descubrir sus tesoros interiores. Bendice mis oídos para escuchen las voces de los quieren ser escuchados y responda a los mensajes de quien no sabe expresarse con palabras.
Bendice mis manos para no permanezcan frías o indiferentes sino que transmitan cercanía a quien necesita de una presencia amiga.
Bendice mis labios para no pronuncien frases hechas o palabras vacías sino que transmitan comprensión y cariño de un corazón que ama. Bendice mis pies Señor para que puedan dejar buenos rastros de mi paso por este mundo.
Dame, Señor, el don de promover el diálogo silencioso del que sufre contigo.
Que en este envío a las personas enfermas me sienta como una prolongación de tu presencia divina en medio de sus vidas y puedan sentirte como un bálsamo en el lecho del dolor. Amén.
LISTA DE VÍDEOS PARA ORAR CON LOS SALMOS
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