Amada Reina y Madre Nuestra, Reina del Santo Rosario, Auxilio de
los cristianos, Salvación del género humano, Virgen victoriosa, aquí nos
postramos humildemente ante Ti, para que lleves nuestras sinceras oraciones a
Dios Todopoderoso en la Trinidad.
Venimos con la plena confianza de que suplicamos misericordia y
protección para nuestra Patria en este tiempo dramático de guerra.
Madre de Misericordia, te lo pedimos no por nuestros méritos, con
los que no contamos, sino en vista de la bondad infinita de Tu Corazón y de la
Sangre salvadora de Cristo, Tu Hijo.
Que llegue a ti el sufrimiento y los gritos de auxilio de tantas
personas. Ten piedad de los heridos y víctimas de los bombardeos, de los
huérfanos y de las viudas, de todos aquellos que se vieron obligados a
abandonar sus hogares y buscar refugio en lugares más seguros.
Ruega misericordia por los que dieron su vida defendiendo al
prójimo y a nuestra Patria.
¡Oh Madre Inmaculada!, ruega a Dios la gracia de la conversión, y te pedimos especialmente la conversión de Rusia y de todos aquellos que están cegados por el odio o la sed de poder.
¡Ruega por nosotros, especialmente por aquellas gracias que pueden cambiar los corazones humanos en un instante, y que prepararán y traerán una paz tan codiciada! Sobre todo, danos el don de la paz espiritual para que el Reino de Dios crezca en paz y armonía.
Reina de la Paz, ruega para nosotros la gracia de la verdadera
reconciliación con Dios y entre nosotros, para que podamos darnos una mano de
ayuda y apoyo.
Trono de la sabiduría, inspira a todos los gobernantes a tomar
decisiones sabias y fortalece los esfuerzos de quienes contribuyen al final de
la guerra y la paz.
Reina de los Apóstoles, ruega para nuestros pastores el don de la
fe y el celo firmes en la administración de los Sacramentos, para que en este
tiempo estemos todos unidos en la mesa eucarística y en la oración celosa.
Sana a los enfermos, fortalece a todo el personal médico y
voluntario que atiende a los enfermos y heridos, pide para ellos fuerza
espiritual y física.
Sé sanadora para los enfermos, fortalecedora para los moribundos y
ánimo para sus seres queridos.
Así como la Iglesia y toda la humanidad fueron consagradas al
Corazón de Tu Divino Hijo, y en Él esperamos convertirnos en fuente inagotable
de victoria y salvación para todos, así nos consagramos para siempre a Ti y a
Tu Inmaculado Corazón, nuestra Madre y Reina.
Para que tu amor y tu cuidado aseguren la victoria del Reino de
Dios, y que nuestra Ucrania y todas las naciones reconciliadas entre sí y con
Dios, te bendigan y te glorifiquen.
¡Amén!
LISTA DE VÍDEOS DE FÁTIMA-PORTUGAL.
LISTA DE VÍDEOS PARA ORAR CON LOS SALMOS
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