SALMO PARA REZAR salmo 22
El Señor es mi pastor, nada me falta: En verdes praderas me hace recostar;
Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas;
Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo:
Tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos;
Me unges la cabeza con perfume y mi copa rebo
sa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan Todos los días
de mi vida, Y habitaré en la casa del Señor por años sin
término.
MEDITACIÓN:
Jesús tiene un sueño para este mundo y para
nosotros.
Un mundo nuevo donde los hombres se aman de verdad,
hasta dar la vida unos por otros si es necesario. (Jn 17,21)
Un mundo donde los que ocupan los primeros puestos,
son los servidores de los demás (Mt 20,26-27).
Un mundo donde los más importantes son los pequeños, los
inútiles, los enfermos, los marginados, los pobres.
(Mt 23,8).
Un mundo donde las cosas buenas se hacen casi a
escondidas y no para que le vean a uno (Mt 6,1-4).
Un mundo donde se hacen favores y se ayudan sin esperar
nada a cambio (Lc 10,33-35).
Un mundo donde el que más tiene comparte con el que
tiene menos, y los que poseen mejores cualidades las
ponen a disposición de los demás (Mt 19,21; Lc 12,32-34)
Un mundo donde no existe la venganza, porque el perdón es
indiscutible (Mt 18,21-22).
Un mundo donde la felicidad depende del amor, no del
dinero. (Lc 12,15).
Un mundo donde cada uno se esfuerza por cumplir con su
deber y trabajar porque los demás sean más felices (Mt
5,44-48; Mc 3,4)
Un mundo donde la violencia es imposible, porque nadie
se considera ofendido ni tiene nada que disputar a los
demás. (Mt 5,39).
Un mundo donde reina Dios, que es lo mismo que decir
que reina el AMOR. (Lc 12,30-31)
ORACION DE PETICIÓN:
Cristo, a quienes somos cobardes, danos tu valentía;
a quienes somos hipócritas, danos tu sinceridad;
a quienes somos comodones, danos tu látigo;
a quienes somos egoístas, danos tu entrega;
a quienes somos insensibles, danos tu vivencia;
a quienes no sabemos amar, préstanos tu corazón;
a quienes estamos desanimados, ponnos fuego;
a quienes vemos la paja en el ojo del hermano y no
reparamos en la viga del nuestro, danos tu limpieza de
conducta;
a quienes ignoramos quien es nuestro hermano,
que logremos encontrarle; a quienes queremos dejar
huellas, danos tu camino.
Busquemos una patria: EL PROJIMO.
Busquemos un oficio: AMAR.
Busquemos un modelo: CRISTO Y MARIA.
REZO DEL MAGNIFICAT,
el Canto de liberación de la Virgen.
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador porque ha mirada la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí; su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo; dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, a favor de Abrahán y su descendencia para siempre.